El engaño de Washington y el sionismo internacional para dominar el mundo.

¿Es La República Islámica de Irán una amenaza seria para la seguridad del mundo como pregonan EE.UU. e Israel?

 Todo el mundo sabe que el recurso que abunda en la República Islámica de Irán es el petróleo y que hay países que quieren obtenerlo sea como sea y al precio que fuera necesario. Israel no posee el oro negro y al país del norte se le van acabando las reservas que posee a mediano y largo plazo debido a su vorágine consumidora que va en constante aumento.

El todopoderoso loby judío-estadounidense
esta teatralizado desde los sectores mas conservadores
y fundamentalistas de una inventada religión
judío-cristiana.

 Ambas naciones son pro sionistas, piensan que el mundo se reduce a su propio universo. La visión de sus planes se gesta desde lo privado y desde ese punto de vista y no en el bien común de todos los habitantes del planeta, buscan implementar en la ONU una aventura bélica con el ya famoso país persa. EEUU e Israel desconocen cualquier otra vos en el mundo que piense diferente a ellos, la causalidad y no la casualidad siempre cae como providente y resulta que ambos coinciden en los mismos planes sobre un pequeño país que no influye mas que en su propia cultura y sociedad. Como un par de socios capitalistas matones, tienen al negocio por delante de todo y el mismo consiste en eliminar al escollo que entorpezca sus aspiraciones a ser los dominadores absolutos de los recursos petroleros y naturales en la región del medio oriente, “vitales” para dos países que no tienen soporte para aguantar en un futuro cercano la escases de los mismos. Más que una guerra contra un “estado terrorista” es una guerra por retener y explotar sus recursos energéticos, Irán posee una de las reservas más grandes del planeta, que servirían para la supervivencia del imperio sionista-anglosajón, que componen la terrible triada: Israel, EE.UU. y el minusválido Reino Unido.

 Si llegara a estallar una guerra, patrocinada por el sionismo internacional  y apoyada por el estado hebreo asociado a ya saben quien, las consecuencias para el mundo entero podrían ser catastróficas. Primero porque Irán ya no es un país desarmado e indefenso como hace unos pocos años, al igual que Israel también tiene armas letales, entre ellas un arsenal atómico no declarado oficialmente. Segundo: Siria y el estado persa son los últimos países “satélites” de la decadente Rusia en la región, , esto EEUU lo sabe y por eso va por un cambio de regímenes que respondan al status de la primera potencia e Israel. Ya había sucedido antes cuando pusieron de rodillas a Irak en la guerra del golfo en 1991, pero allí tenían una escusa y aprovechando la caída de la Unión Soviética, atacaron mancomunados a otro país persa, no logrando derrocar al entonces líder iraquí, Saddam Husein. Tercero: iniciar una guerra pasando por encima del consejo de seguridad de las Naciones Unidas una vez más, pondría en jaque mate al cuestionado organismo ¿multilateral? Que esta pronto a desintegrarse sino hace los cambios cualitativos que dicha empresa exige (votar en la encuesta que está a la derecha del blog sobre el cuestionado consejo de la ONU)

Consecuencias de las intervenciones imperialistas en el medio oriente para esa región:

EEUU e Israel insisten a través de sus medios masivos
en decir que Irán esta desarrollando armas nucleares.
Pretexto que serviría para atacarlo y derrocar así a su régimen
 con las llamadas guerras preventivas.

 Es interesante también ver la complicidad y la sumisión con la que responde el rey de Arabia Saudita, Abdalá bin Abdelaziz al-Saud (mejor conocido por Abdullah) a los pedidos del enemigo número uno de los musulmanes: Israel y de su socio EE.UU. para desestabilizar a la región, pero no para asumir las consecuencias de la mal llamada “primavera árabe” con los disturbios en sus propios países y emiratos. Las consecuencias a largo plazo de las desuniones entre las naciones árabes van a ser catastróficas para las mismas, simplemente porque algún día el petróleo en la zona va a acabarse, al igual que sus frágiles y poco diversificadas economías. EE.UU. también sabe esto y no dudara en mover sus piezas a su favor, tomando de rehén a sus actuales aliados que son buena parte de los países del golfo pérsico.

El papel de las potencias orientales:

 En la actualidad, Rusia y China dieron un vuelco y negocian con Washington temas relacionados con el mutuo entendimiento económico, pero no concuerdan en las “salidas militares” unilaterales del Pentágono. Al igual que a finales del siglo XIX y principios del XX, fortunas enteras son arrojadas a las fauces de la aventura imperialista para fines privados y mezquinos, desde ya que imperialismo es una mala palabra, pero no para la terminología de Washington que insiste en chocarse contra un muro que no podrá franquear.

El futuro que no existe:

 Como señalé con anterioridad, los medios norteamericanos, que también poseen grandes cadenas de medios internacionales ligadas a Israel, engañan constantemente a su pueblo haciéndoles creer que ganan una guerra que desde el principio fue un fraude corporativo, pero no pueden engañar al resto del mundo que los observa en silencio.

 EE.UU. aparenta en sus fronteras interiores una fortaleza ejemplar y única, robustecida por la calidad de sus instituciones y marco legal ejemplar, pero… existe un juego implementado bajo el amparo de su constitución nacional llamado “democracia” y que fue y es la píldora para regular las libertades de los individuos que la requieren, al imponerla o instigarla a otros países – muchas veces por la fuerza –, provocaron tremendas rupturas culturales y conflictos políticos y económicos que han derivado en esos países “satélites” a guerras civiles que terminaron por ahogar y destruir sus empobrecidas economías. Ese mismo efecto contrario de la democracia podría estar tocándole al intocable, mejor dicho, le esta sucediendo y se va a agudizar en la misma medida que el engendro imperialista suministre millares de sus “hijos” para combatir las guerras de la oligarquía internacional.

 Conclusión:

  A estos pasos, el mundo que es ficticio para muchos  - creado por los medios masivos de comunicación que manipula la información - y el otro, que es real para la  minoría que lo maneja a su antojo, quedará bajo el influjo de una potencial tercera guerra mundial, así arrinconadas las naciones del orbe por el principal promotor del terrorismo internacional: EE.UU. El futuro político mundial ya no va a ser dirimido en la ONU - en realidad nunca se dirimió allí - , fue y será gestado desde ámbitos mucho mas cerrados, la ONU es el telón de fondo que le da amparo a las acciones hostiles de las potencias que mantienen sus intereses en el país o región que fuera. A mi manera de entender y espero que así sea, dicho organismo cuestionado – será cuestión de tiempo - desaparecerá en favor de un verdadero foro mundial multi-polar, rebelde de los dictámenes de las potencias occidentales desaprensivas.

Del autor del gorgojo critico.