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jueves, 19 de junio de 2014

Conociendo al enemigo: la deuda que jamás pagaremos.

 Como ha trascendido en las últimas horas, un fallo de la justicia norteamericana, dictado por el juez Tomas Griessa, ha puesto y pone en vilo a la dirigencia política de la Argentina.

Los Holdouts o Fondos Buitre, han logrado meter presión al país sudamericano por los bonos de deuda que ellos poseen y entraron en default en el año 2001. Concretamente, ellos quieren cobrar a la brevedad, sin que el valor de sus bonos sufra algún tipo de quita significativa que afecte sus números.

Gobiernos corruptos al servicio de las corporaciones:

 Las corporaciones y las malas políticas fueron una de las principales responsables de la creciente deuda defolteada, que junto con la banca extranjera, han manejado este sucio negocio durante décadas, pasando por dictaduras militares y gobiernos elegidos por el pueblo.

 La deuda no siempre fue contraída por los gobiernos de turno. En el caso argentino, ocurrió el robo más grande de la historia, - solamente comparable al corralito y el mega-canje del 2001 -, en la cual el estado argentino cargo con el pasivo de numerosas empresas extranjeras y nacionales.

 Aquí aparece la siniestra figura de Domingo F. Cavallo, que es señalado como el responsable, junto con otros funcionarios, de una de las mayores tragedias económicas de la historia de este país: la estatización de la deuda externa privada. Es decir, el traspaso a las arcas del Estado de pasivos contraídos por empresas nacionales y extranjeras, con el objetivo de beneficiar a grandes corporaciones y grupos económicos que, hasta hoy y pese a la intervención de la justicia, no fueron llamados para dar explicaciones en los Tribunales correspondientes.



El ex-ministro de economía argentino, Domingo F. Cavallo y la estrella Diego Maradona.
Aquí muestra cinicamente la paridad entre el dólar estadounidense y el peso argentino.


 Fueron beneficiadas más de 70 empresas. Entre las firmas nacionales más importantes se encuentran Sevel, por entonces, del Grupo Macri; Acindar, del ex ministro de Economía Alfredo Martínez de Hoz; Loma Negra, de los Fortabat; y Compañía Naviera, de la familia Pérez Companc. También hay corporaciones extranjeras, como Techint, IBM, Ford y Fiat. Y, por supuesto, el listado incluye al sector financiero: Banco Río, Francés, Citybank y Supervielle, entre otros. (Ver nota completa de Tiempo Argentino: http://tiempo.infonews.com/2012/07/01/investigacion-79817-cavallo-y-su-rol-en-la-estatizacion-de-la-deuda-privada-en-la-dictadura.php)

 A fines de 1983, - cuando la dictadura militar dejaba el poder en Argentina -, el perjuicio para el Estado se estimó en 23 mil millones de dólares: más de la mitad de la deuda externa de esos años, que alcanzaba los 45.100 millones de dólares.

 “Fue una de las mayores estafas al pueblo argentino. El Estado fue usado para negocios privados y para innumerable cantidad de operaciones turbias”, aseguró al diario Tiempo Argentino, uno de los más rigurosos investigadores del tema, el ex diputado Mario Cafiero.


El engaño fue perpetrado desde el exterior con funcionarios nacionales  como cómplices del saqueo.

 Todo país que recibe inversiones multimillonarias, sabe de los riesgos de depender económicamente de aquellos que manejan esas inversiones, - en realidad la población de un país no sabe a la magnitud de los peligros que se expone -, dada la complejidad en las obligaciones de deuda, con clausulas draconianas, utilizando al estado como garante del dinero prestado, buscan una legislación que les permita la "confianza", algo que ellos llaman "seguridad jurídica" y que es un pretexto para dejar de invertir cuando la gallina de los huevos de oro muere.

 La Argentina fue esa gallina que durante décadas, con el fabuloso negocio de la deuda, terminaron por acogotar, por tanta irresponsabilidad en el manejo de una economía frágil y emergente (poco competitiva)


No esta demás decir, que los personajes siniestros que han desfilado por la Casa Rosada, han dejado sus funciones públicas enriquecidos y con una economía nacional en peor situación que su antecesor. Esta fue una regla de oro en la dirigencia argentina, tanto en el pasado como en el presente. 

 El estado argentino nunca pudo sostener tanta corrupción organizada, si no fuera por el aparato financiero, (que además lavaba dinero en el país), que financió los nidos de corrupción que eran cómplices del saqueo.

Argentina es rehén del sistema financiero mundial.

 Las asambleas populares del 2001/02, que entre muchas cosas que proclamaban, era el de mayor transparencia en los políticos y el famoso "que se vayan todos", nunca tuvo el fin deseado.

 Todo el desmadre de aquellos agitados meses de corralito y violencia social, son un triste recuerdo: el gobierno de ineptos, el vació de poder que fue llenado con nuevos cómplices del saqueo al país y las cadenas nacionales con el mega-canje (pese a la publicidad que los medios repetían incansablemente, nunca se supo que carajo era eso)

Cristina y los buitres.
 Podríamos decir que la situación de la deuda argentina es muy parecida al resto de América latina, con niveles de deuda por las nubes, una desocupación cada ves más importante, (sumada a la sub-ocupación o economía informal) 

 Con todo este estado de cosas y los problemas que se vienen acumulando desde hace muchos años, estamos a las puertas del desastre económico y social, con la imperiosa necesidad de juntarnos para abrir un frente común contra las pretensiones hegemónicas del G-7 (las siete economías más industrializadas del planeta: EE.UU., Gran Bretaña, Francia, Alemania, Canadá, Japón e Italia).

 Muchos países vecinos observan con atención el gran peligro de defoltear una deuda que te empuja a hacerlo, pero también todo esto nos muestra una claridad en el profundo panorama oscuro de un sistema económico colapsado, pero sostenido desde la élite dominante.

 Esta sujeción está impuesta desde el imperio del dólar y se mantendrá hasta que el próximo objetivo, - luego del saqueo y la destrucción a las economías nacionales -, sea destruir al dólar para que reine el caos y así pasar a la siguiente y última fase: dominarnos y regirnos como autómatas.

En conclusión:

 Hemos visto que los medios de comunicación empresariales siempre vaticinan la debacle en los mercados, advirtiéndonos de todo lo "malo" que pueda pasarnos, de lo que puede suceder si sube el precio del petroleo, o si no se cumple con las obligaciones de deuda. Todo este enjambre de cosas es producto de una ingeniería perversa, diseñada por lacayos de los mismos señores que manejan la economía mundial y que vemos a diario por la CNN o FOX News.

 Hay una ecuación que lleva todo el sistema al mismo lugar, pero empeora por cada década transcurrida: deuda + deuda + deuda, etc. etc. = bonos de deuda (mecanismo de obligación que nosotros mismos pagamos con muchos intereses in eternum)


Del autor del blog.      

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